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IU Aranda

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Paz, Feminismo y Revolución

Izquierda Unida lanza como todos los años su Manifiesto con motivo de la celebración del 8M, elaborado por su Red Feminista. Esta formación defiende la necesidad de "más feminismo para ampliar la mirada y corregir las desigualdades estructurales", también para "incorporar el cuidado como una cuestión social prioritaria a la que responder desde la corresponsabilidad" y para establecer "otro marco de relaciones de poder donde se priorice abolir privilegios y se fomente el diálogo y la construcción colectiva de las soluciones"   Para Izquierda Unida todos los días son 8 de Marzo, por eso hoy queremos poner en valor y visibilizar la lucha diaria de las mujeres en todo el planeta por conseguir un mundo donde el conjunto de las personas nos podamos desarrollar plenamente; un mundo cada vez más deteriorado, por lo que necesitamos revolucionar y cambiar lógicas normalizadas que lo dañan y nos dañan. El año 2023 y el comienzo de 2024 están enmarcados en un contexto de tensión geopolítica y de crisis ecosocial que no para de advertirnos de que cada vez tenemos menos tiempo y que necesitamos incorporar una mirada global para transformar las bases que nos han llevado a esta situación, entre las que se encuentra la desigualdad de género. Necesitamos más revolución. Una revolución ideológica que acabe con las premisas que naturalizan la desigualdad y que nos restringen a un pequeño lugar en el mundo; una revolución social que identifique y priorice a las personas, al planeta y sus necesidades frente a los deseos y los privilegios de unos pocos. También una revolución económica que abandone la lógica del crecimiento infinito e incorpore la de la sostenibilidad y el vivir bien. En definitiva, una revolución que impida el abuso de poder y dé fuerza frente a un mundo lleno de matones que ejercen sin importarles las consecuencias.

Necesitamos más feminismo para ampliar la mirada y corregir las desigualdades estructurales, para incorporar el cuidado como una cuestión social prioritaria a la que responder desde la corresponsabilidad y que establezca otro marco de relaciones de poder donde se priorice abolir privilegios y se fomente el diálogo y la construcción colectiva de las soluciones.

Necesitamos más paz, porque desde el discurso del odio solo se destruye al otro, al diferente, a quien se le niega su humanidad para poder agredirle, como hemos visto a lo largo de la historia. Porque la guerra imposibilita la vida y acelera la destrucción del planeta; porque la rabia sin conciencia se dirige siempre al más débil, que no es el responsable de la frustración que percibe la sociedad. Desde Izquierda Unida queremos hoy denunciar al capitalismo y al imperialismo como los marcos que sostienen la desigualdad y la explotación de las personas y el planeta. Denunciamos a la OTAN como herramienta para ello y al genocidio contra el pueblo palestino que ejecuta el régimen de Israel, sin que nuestro Gobierno ejerza y represente lo que cada día se grita en las calles de nuestras ciudades y pueblos que claman contra esta matanza.

Este año las feministas queremos poner en valor la lucha histórica de las mujeres por la paz. Denunciamos el desplazamiento forzoso de millones de personas sin que se desarrolle una verdadera política de apoyo a las personas refugiadas. Para evitarlo y garantizar la paz seguiremos luchando contra el poder corporativo de las empresas transnacionales y su papel en el aumento de la militarización de las fronteras. Pero también, contra el auge de la extrema derecha que utiliza el neoliberalismo en su desarrollo más depredador. Para el capitalismo y el patriarcado hay cuerpos y vidas que valen menos y así se normaliza la violencia contra las mujeres, las personas racializadas y migrantes, o cualquiera que piense diferente.

La desigualdad que denuncia el feminismo es estructural y global, asentada y sostenida por un sistema capitalista y patriarcal cuyo objetivo es obtener beneficios para unos pocos a costa del resto de las personas, pero actuando más duramente contra las más vulnerables y oprimidas, que terminan siendo las mujeres en toda su diversidad (migrantes, racializadas, trans, con diversidad funcional, jóvenes y mayores)

Es un sistema que para mantenerse necesita que las mujeres cuiden de manera gratuita y sigan criando para aportar mano de obra. Buscan fomentar la natalidad controlando su cuerpo en lugar de posibilitar los apoyos que permitan a las personas desarrollar un proyecto de vida en el que se pueda tener una familia si se quiere y sin necesidad de sacrificarlo todo.

Por eso seguiremos exigiendo el cumplimiento de la Ley 1/2023, de 28 de febrero, sobre derechos sexuales y reproductivos, ya que un año después seguimos viendo cómo las comunidades autónomas la bloquean, impidiendo su total desarrollo. Una morma que pretendía eliminar los obstáculos a los que se enfrentaban las mujeres a la hora de ejercer el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo, garantizar la educación afectivo sexual y avanzar en derechos relacionados con nuestros cuerpos.

La sostenibilidad de la vida es responsabilidad de la sociedad en su conjunto, sin embargo, la organización social de los cuidados sigue siendo capitalista y patriarcal. La resolución de los cuidados recae sobre los hogares y de manera principal sobre nosotras, las mujeres, de manera gratuita y ‘por amor”, pero cuando sale al mercado lo hace en condiciones de precariedad absoluta, por lo que el resultado es un reparto del trabajo de cuidados basado en la desigualdad de género, etnia y clase social.

Por eso, necesitamos más feminismo para construir una sociedad que responda a las necesidades de las personas, pero no a costa del proyecto de vida de las mujeres. Este 8 de Marzo necesitamos la implicación, no solo de todas las mujeres, sino también de los hombres, en la lucha feminista.

Este 8 de Marzo estaremos junto a miles de mujeres y hombres en las calles, reivindicando feminismo para vivir, reivindicando la necesidad de continuar avanzando en derechos y apostando por un reparto justo y democrático de todos los trabajos, especialmente los de cuidados que las mujeres seguimos sosteniendo de manera no reconocida e invisible.

Porque sabemos que el feminismo es el ejemplo de que se las cosas se pueden cambiar desde abajo, reclamamos una revolución feminista como alternativa transformadora para una sociedad justa, libre, solidaria e igualitaria, en la que siempre podamos vivir en paz.

EFEMÉRIDES

Se cumplen 100 años de la radio y, pensando en aquellos años de mi niñez y juventud, me llegan las imágenes de las mujeres recogiendo su labor diaria de remendar sábanas o culeras de los pantalones y prepararse para oír el mensaje diario de: La Sociedad Española de Radiodifusión, presenta 'Ama Rosa', con el cuadro de actores de Radio Madrid. En aquellos momentos, se hacía un gran silencio en todas las casas y las voces de Juana Jinzo, Pedro Pablo Ayuso, Maribel Ramos y un largo cuadro de actores y actrices, nos transportaban a la trágica vida de Rosa. También ahora, con el paso del tiempo, recuerdo el Consultorio de Elena Francis que, aunque empezó con el objetivo de dar consejos de belleza, derivó en consultorio sentimental, porque las mujeres tenían muchos problemas de pareja -aún hoy tenemos- y buscaban soluciones de aquella señora Francis, que no era tal, sino un grupo de caballeros que se atrevían a marcar directrices para que las mujeres fueran, lo que el gobierno les marcaba. Así, la voz de Maruja Fernández (RNE), que daba vida radiofónica a la susodicha Elena, aconsejaba a las féminas: ser amas de casa ejemplares, cuidar de los hijos y estar siempre bien dispuestas para atender al esposo; aunque la zurrase todos los días, tenía que tener resignación, vamos, aquello de que la mujer debía ser «el descanso del guerrero», la esclava del hogar y estar siempre alegre, sin importar cómo se encontrase física o psicológicamente.

Los tiempos han cambiado en lo referente al mundo de la mujer, aunque no todo lo que sería necesario y deseable. 

Las mujeres seguimos manifestándonos cada 8 de Marzo, para seguir reclamando nuestros derechos dentro y fuera del hogar, porque todo es trabajo -aunque el cuidado y atención de la casa, los hijos y todo su entorno, no sea remunerado ni reconocido como tal-. Seguiremos en la lucha siempre.

https://iuaranda-comunicaciones.blogspot.com/2024/03/aguas-abajo-por-concha-rollizo.html 

ARANDA DE DUERO NECESITA DEL TREN

Iz<quierda Unida de Aranda de Duero ha participado en la movilización a favor de la restauración del tren directo. Esta vez ha sido en Robregordo. Puedes ver más imñagenes en: https://iuaranda-comunicaciones.blogspot.com/2024/03/aranda-de-duero-necesita-del-tren.html

Asamblea General del Partido de la Izquierda Europea

Una amplia representación de la dirección federal de Izquierda Unida y del PCE participa en la Asamblea General del Partido de la Izquierda Europea (PIE) que durante estre fin de semana se desarrolla en Liubliana (Eslovenia).

Entre los/as integrantes de la delegación se encuentran la dirigente federal y ministra de Juventud e Infancia, Sira Rego; el responsable federal de Organización y portavoz de la Comisión Preparatoria de la XIII Asamblea Federal de IU, Ismael González; el responable federal de Política Internacional, Jon Rodríguez Forrest, así como, en representación del PCE, su secretario general y portavoz parlamentario de IU en el Congreso, Enrique Santiago.
  • Publicado en Agenda

PAREMOS EL GENOCIDIO

Una amplia representación de la militancia de Izquierda Unida, junto a su dirección y simpatizantes participan en las concentración convocada en Aranda de Duero en apoyo al pueblo palestino bajo el lema 'Paremos el genocidio en Palestina'.

DÍA PARA LA IGUALDAD SALARIAL

Declaración institucional con motivo del Día para la Igualdad Salarial.

20 febrero 2024

Mediante Acuerdo del Consejo de Ministros del año 2010 se propuso el establecimiento del día 22 de febrero como “Día para la Igualdad Salarial”. El Gobierno de España se reafirma en su compromiso con la igualdad retributiva, puesto que las diferencias de remuneración entre mujeres y hombres, también por trabajos de igual valor, son todavía uno de los ejes vertebradores de la desigualdad económica y social.

Con este motivo, a propuesta de la Ministra de Igualdad, de la Ministra de Trabajo y Economía Social, y de la Ministra de Juventud e Infancia, el Consejo de Ministros aprueba la siguiente declaración institucional:

“Año tras año, las estadísticas muestran que las mujeres siguen ganando menos que los hombres, una desigualdad estructural cuyas causas han de buscarse en un conjunto de factores complejos e interrelacionados: la discriminación directa e indirecta, la infravaloración del trabajo de las mujeres, la segregación ocupacional en el mercado laboral fuertemente marcada por estereotipos y roles de género muy arraigados social y tradicionalmente, la escasa presencia de mujeres en los puestos de mayor responsabilidad, la desigual asignación de los complementos retributivos, la mayor parcialidad y reducciones de jornada en los trabajos desarrollados por mujeres, debido a que han asumido –y continúan asumiendo -casi en exclusiva los trabajos domésticos y de cuidados, esenciales para la sociedad pero que siempre han estado invisibilizados y precarizados.

En los últimos cinco años se han producido avances importantes en la situación del mercado laboral de las mujeres. Según los datos correspondientes a la última Encuesta de Población Activa (EPA), se ha alcanzado el número máximo de mujeres ocupadas en la serie histórica llegando a las 9.923.400, de las cuales el 82% cuenta con una relación laboral de carácter indefinido gracias a los efectos de la reforma laboral. Según los datos de salarios de la EPA, en 2022 la diferencia salarial mensual bruta entre hombres y mujeres fue del 15,7%, 5,25 puntos porcentuales por debajo de la brecha en 2018, lo que representa una reducción del 25%. Continúa siendo una cifra inaceptable, que refleja la desigualdad y las discriminaciones laborales que sufren las mujeres, pero es el menor valor de la serie histórica.

En ese periodo de tiempo también la brecha salarial de las mujeres de entre 20 y 24 años se ha reducido en 4,3 puntos porcentuales y la de mujeres de entre 25 a 29 años se ha estrechado en 2,2. No obstante, tampoco cabe bajar la guardia y es necesario avanzar en políticas que permitan la erradicación definitiva de la brecha salarial entre las personas más jóvenes. También las medidas de incremento de las pensiones adoptadas en estos últimos años, y muy singularmente las referidas a las pensiones que afectan de manera más directa a las mujeres, como son las de viudedad o las no contributivas, están siendo muy efectivas en la progresiva atenuación de la brecha de género y marcan un camino que el Gobierno va a continuar e intensificar.

Pese a los avances recientes, las discriminaciones que sufren las mujeres siguen siendo inadmisibles: los resultados de la última Encuesta anual de Estructura Salarial, referida al año 2021, revelan que la brecha salarial entre mujeres y hombres es del 18,36% en cómputo anual, lo que supone una reducción de 5,57 puntos en la última década. Las mujeres ganan menos que los hombres en prácticamente todas las secciones de actividad. Además, el 25% de las mujeres perciben ganancias menores o iguales al Salario Mínimo Interprofesional, mientras que este porcentaje en el caso de los hombres es solo del 11%. Siete de cada diez personas que trabajan a tiempo parcial son mujeres. Las responsabilidades de cuidados constituyen el motivo para estar trabajando a tiempo parcial para el 16,5% de estas mujeres, mientras que solo para el 3,4% de los hombres que trabajan a tiempo parcial este es el motivo. Como colofón, la desigualdad económica a lo largo de la vida tiene su impacto y reflejo en las pensiones de jubilación, en las que se alcanza una intolerable brecha de género del 33,75%.

Para acabar con la desigualdad retributiva entre mujeres y hombres es imprescindible actuar sobre todas las causas y, para ello, este Gobierno va a continuar desarrollando e impulsando medidas que permitan avanzar en la eliminación de estas brechas, tales como el reciente Real Decreto por el que se fija el Salario Mínimo Interprofesional para 2024, que lo elevahasta los 1.134 euros mensuales, consolidando así un incremento del 54% desde 2018, que tiene un impacto especialmente positivo en las mujeres al estar sobrerrepresentadas en trabajos con salarios iguales o inferiores al salario mínimo interprofesional y que ha permitido reducir la brecha salarial entre hombres y mujeres en un 25% en los últimos 5 años; o la propuesta de disminuir la jornada laboral sin merma de salario que permitirá, entre otras cuestiones, mejorar el reparto equilibrado de las tareas de cuidados y disponer de más tiempo propio.

Para este Gobierno es, además, prioritario, completar, por un lado, la trasposición de la Directiva 2023/970 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 10 de mayo de 2023, por la que se refuerza la aplicación del principio de igualdad de retribución entre hombres y mujeres por un mismo trabajo o un trabajo de igual valor, a través de medidas de transparencia retributiva y de mecanismos para su cumplimiento.

En efecto, España ha sido pionera en la regulación de esta materia con medidas tales como la aprobación del Real Decreto-ley 6/2019, de 1 de marzo, de medidas urgentes para garantía de la igualdad de trato y de oportunidades entre mujeres y hombres en el empleo y la ocupación, o los Reales Decretos 901/2020 y 902/2020, de 13 de octubre, relativos a la igualdad retributiva entre mujeres y hombres y a los planes de igualdad, respectivamente, así como la puesta a disposición de las herramientas de valoración de puestos de trabajo y de registro retributivo. En todo caso, aunque estas medidas sitúan a nuestro país al nivel de los más comprometidos con la igualdad retributiva, con un marco que en algunos aspectos es incluso más avanzado que la propia Directiva, es necesario todavía realizar la trasposición de algunos ajustes, de la mano de los agentes sociales, y teniendo en cuenta las experiencias desarrolladas en el resto de países de la Unión Europea.

Por otro lado, también es prioritario culminar la transposición de la Directiva 2019/1158, del Parlamento Europeo y del Consejo, de 20 de junio de 2019, relativa a la conciliación de la vida familiar y profesional de los progenitores y los cuidadores, y por la que se deroga la Directiva 2010/18/UE del Consejo, mejorando los permisos existentes, asegurando que no se penalice a las mujeres por hacer uso de ellos y promoviendo una mayor corresponsabilidad en las tareas de cuidado.

Por su parte, el Proyecto de Ley Orgánica de representación paritaria y presencia equilibrada de mujeres y hombres es expresión del firme compromiso del Gobierno de España con la igualdad real de oportunidades. Esta norma tiene como objetivo romper los techos de cristal y garantizar la representación efectiva de las mujeres en los ámbitos decisorios de la vida política y económica, de forma que se avance en la consecución del ejercicio real y efectivo del principio constitucional de igualdad y se eliminen las brechas de género existentes, entre ellas la brecha retributiva.

Así mismo, el refuerzo de los derechos de información y la garantía de la previsibilidad de las relaciones laborales mediante la modificación del Estatuto de los Trabajadores, para transponer la Directiva (UE) 2019/1152 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 20 de junio de 2019, relativa a unas condiciones laborales transparentes y previsibles en la Unión Europea, también contribuirá a equilibrar los usos del tiempo personal y profesional, contribuyendo a remover las desigualdades de género vinculadas a los mismos.  

Por último, el Gobierno es consciente de las brechas digitales de género y de los riesgos que la Inteligencia Artificial puede suponer para la igualdad entre mujeres y hombres, de los que alertan varias voces expertas, en particular, dado su posible impacto en las causas de desigualdad en el ámbito laboral, incluida la dimensión retributiva. De ahí que su irrupción en el mercado de trabajo haga imprescindible y urgente un profundo debate sobre los retos que plantea la Inteligencia Artificial (IA), sus riesgos, pero también sobre sus potencialidades. Lograr una mayor participación y liderazgo de las mujeres en el desarrollo vinculado a la IA, el Big Data y el Machine Learning; mitigar los sesgos de género y lograr una mayor transparencia en los algoritmos y la integración de la perspectiva de género en la programación, creación de códigos y algoritmos, son desafíos a abordar, no solo para evitar que las brechas de género se perpetúen o incluso se agranden, sino para revertir las brechas existentes, creando soluciones innovadoras para combatir las causas de las desigualdades estructurales entre mujeres y hombres en el ámbito laboral.

En este sentido, en el plano de la Unión Europea, gracias al empeño e impulso de la Presidencia española del Consejo se ha llegado a un acuerdo provisional entre Consejo y Parlamento Europeo sobre la propuesta de Reglamento Europeo de Inteligencia Artificial, que de manera pionera a escala mundial, trata de garantizar que los sistemas de IA comercializados en el mercado europeo y utilizado en la Unión Europea sean seguros y respeten los derechos fundamentales y los valores comunitarios.

En el ámbito nacional se está implementando la Estrategia Nacional de Inteligencia Artificial (ENIA), que incluye la igualdad de género como uno de sus objetivos transversales y aborda expresamente el desafío de “Reducir la brecha de género del ámbito de la IA en empleo y liderazgo”.

Se trata de un conjunto de medidas y compromisos de este Gobierno que, sin duda, redundarán en una mayor igualdad retributiva.

En definitiva, con motivo del Día para la Igualdad Salarial de 2024, el Gobierno de España expresa su firme determinación en la lucha contra la desigualdad retributiva, comprometiéndose a seguir progresando en la aplicación efectiva de la normativa vigente y en la adopción o desarrollo de las medidas de igualdad, derechos humanos, justicia social y participación democrática que sean precisas para revertir las causas de las brechas de género y de la desigualdad retributiva entre mujeres y hombres. Con todo ello, se avanza un paso más hacia la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) establecidos por la Organización de Naciones Unidas en su Agenda 2030, y especialmente de los objetivos 5, lograr la igualdad entre los sexos y empoderar a todas las mujeres y niñas, y 8, promover el crecimiento económico inclusivo y sostenible, el empleo y el trabajo decente para todas las personas, además de contribuir de manera muy tangible al cumplimiento de los objetivos 1 y 10, relativos al fin de la pobreza y a la reducción de las desigualdades.

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